Historia de Mocorito
A través de la historia como ciencia se pueden estudiar hechos importantes que sucedieron en el pasado en cada lugar de México y el mundo, considerando fechas que marcaron cada una de las etapas de evolución del ser humano, de lo que se asentaron sucesos claves en la humanidad y por consiguiente personajes históricos que destacaron por las acciones que hicieron y que también marcaron etapas que pasaron a la historia, siendo reconocidas como fundamentales para ser recordadas.
Se considera a los primeros habitantes, las actividades que realizaron para sobrevivir ante un ambiente en donde reinaba la naturaleza y los animales, la ideología que tuvieron para unirse, trabajar y hacer cosas en beneficio de todos, las creaciones que hicieron y que dejaron como un legado muy importante en la zona o zonas donde se establecieron, las modas que pudieron tener, el tipo de viviendas que construyeron en épocas remotas, las acciones que marcaron el desarrollo de un lugar en particular, sus creencias religiosas, entre otros aspectos.
Asimismo, se toman en cuenta las influencias que tuvieron de otros grupos, así como considerar acciones a profundidad que permitan entender las relaciones humanas. Todos los datos a presentar en esta sección se centran en el municipio de Mocorito en el estado de Sinaloa, teniendo detalles imprescindibles que permiten tener un panorama muy amplio sobre el pasado histórico de lo que actualmente es un bello lugar ubicado al norte de la República Mexicana, considerando acciones elementales que pueden permitir la toma de decisiones para tener un futuro prometedor a partir de situaciones que ya sucedieron y que de una u otra forma, permiten aprender para mejorar.
La historia de la humanidad comenzó con lugares completamente solos en cuestión humana, lo único que había en todo su esplendor fue la naturaleza y los animales, quienes reinaban en todos los lugares en México y el mundo. Con el tiempo esta situación fue cambiando poco a poco, el primer paso para eso fue cuando llegaron los primeros habitantes que se instalaron en diferentes zonas, estableciéndose con sus familias y en grupos, de esa forma había cierta organización entre las personas que formaban parte de un grupo en particular.
Las primeras tribus que llegaron a Sinaloa se instalaron en los alrededores de las zonas con agua, uno de ellos fue el Río Mocorito en el municipio del mismo nombre, creando sus pequeñas viviendas conocidas como “chozas” a base de materiales que había como piedras, palmas y palos. Con los años se dieron cuenta de que el uso de adobe fue importante para construir sus viviendas, gracias a que es una ladrillo sin cocer, hecha de una masa de barro que se elabora con arcilla y arena, lo que se puede hacer en forma de ladrillo y esperar hasta que se seque muy bien para que su forma no se deshaga.
Cabe decir que el uso de adobe fue algo trascendental que se extendió en todo el mundo, por lo que muchas culturas diferentes conocieron ese material y lo usaron en diferentes construcciones. La tribu que se asentó en Mocorito fue la “taue”; los poblados comenzaron a crearse con asentamientos a las orillas de cuerpos de agua porque era una parte vital para la sobrevivencia de las tribus indígenas, habiendo una abundante vegetación que había en todo el paisaje, con tierra completamente fértil, lo que después los ayudó a descubrir actividades de siembra para cosechar frutas y verduras, pero esto se dio mucho después.
Diversos vestigios que se encontraron en Mocorito fueron estudiados por expertos que dieron cuenta sobre la existencia de una cultura importante que hizo que el territorio avanzara en muchos aspectos. Varias pinturas rupestres encontradas en el poblado de La Cofradía y La Noria se encuentran a las orillas de cuerpos de agua, por lo que es una evidencia que ayudó a determinar que los habitantes de la antigüedad resaltaron la importancia de tener cerca el vital líquido para vivir.
Los indígenas se dedicaron a cazar animales para alimentarse, también recolectaron frutos y semillas, jugaban al “ulama”, la cual fue una práctica ancestral basada en un juego de pelota que se practicó en diversas comunidades del estado de Sinaloa, y Mocorito fue una de ellas. Dicho juego desciende de la versión hispánica del juego de pelota mesoamericano, fue un deporte recreativo que practicaron muchas tribus indígenas para distraerse, así como hacer competencias entre varias personas, lo que significa que tenía muchas reglas cuando se hacía como parte de un ritual.
Los participantes se enfrentaban hasta agotarse, todos debían ser fuertes, valientes y luchar por el balón, siendo como una pelea continua en la que un grupo debía ser el ganador, algo que representaba una lucha entre la vida y la muerte, en donde nadie se daba por vencido hasta no luchar por ganar. La historia da a conocer que el famoso juego de ulama desapareció cuando llegaron los conquistadores españoles al declarar que era un juego pagano porque representaba la religión autóctona, algo que salía de los ideales religiosos de los españoles, por eso prohibieron esa práctica hasta que desapareció en aquella época.
A pesar de lo sucedido, en la actualidad se realizan algunos encuentros a base del juego del ulama, aunque ya no es algo tradicional como en sus inicios, pero sigue siendo recordado por nuevas generaciones que muestran el orgullo de las raíces que tienen. Esto fue algo muy similar a los mayas, cultura que se desarrolló en el sureste de México, pero a pesar de la conquista de los españoles, fueron personas que lucharon por preservar sus tradiciones y en algunos sitios se sigue practicando aunque con algunas variaciones de la modernidad.
En este punto es cuando aparecen los primeros españoles que llegaron a Mocorito y otros puntos del país, eran hombres altos, blancos, con vestimentas totalmente diferentes a la de los indígenas en México, entre otros aspectos que sin duda se diferenciaron de las tribus. Cuando los españoles trataron de apoderarse del país, los indígenas que ya lo habitaban se defendieron con lo que tuvieron, lucharon a muerte pero los invasores tenían armas más avanzadas (pero en el caso de Mocorito fue algo que les costó mucho trabajo a los invasores, porque la tribu de ese sitio les ganó de muchas formas).
A pesar de la resistencia de muchas tribus, los españoles estuvieron mejor organizados en comparación con los indígenas, motivo por el cual después de varios intentos, finalmente les ganaron, pero fue hasta después de un segundo intento de conquista en el país, porque la primera vez les fue más difícil hacer lo que querían. Es preciso decir que la tribu tahue que habitaba en Mocorito presentó una resistencia importante contra los españoles, porque les fue muy complicado vencerlos a base de armas o espadas, debido a que los indígenas de aquel entonces eran muy bélicos, por lo que lucharon contra todos y con todas sus fuerzas.
En esa época fue cuando surgió el nombre del municipio, porque “Mocorito” significa “lugar de muertos”, nombre que se le dio después de tantas batallas que se hicieron entre los tahues y españoles, de los cuales murieron 150 indígenas, pero a pesar de eso, los invasores no ganaron las batallas, motivo por el cual se vieron en la necesidad de buscar otras estrategias para poder someter a esa población de Sinaloa. El tiempo hizo que sucediera lo que habían planeado, siempre dirigidos por la corona española, porque el rey fue quien estuvo detrás de la conquista de México debido a que los hombres que había mandado al país, siguieron sus órdenes de principio a fin.
Es preciso mencionar que los españoles hicieron una conquista sangrienta, provocaron la muerte de miles de personas, muchos indígenas fueron hechos esclavos, hubo enfermedades y epidemias que antes no habían existido en México, así como más enfrentamientos, y todo eso provocó la muerte de los nativos, en el territorio que fue llamado “La Nueva España”. Algunos historiadores dieron a conocer algunos nombres registrados en las crónicas de los primeros españoles que llegaron a Mocorito, los cuales fueron Pedro Almíndez Chirinos que exploró el territorio al norte de Culiacán, Lázaro Cebreros y Diego Alcaraz que exploraron otras zonas en donde había grandes riquezas de oro y piedras preciosas.
Los españoles cambiaron muchas de las costumbres de las tribus en el país, por lo que en Mocorito sucedió lo mismo. En el año de 1531 el español Nuño de Guzmán llegó al noroeste del país y fundó la Villa de San Miguel de Navito, con lo que se inició la delimitación geográfica de lo que en ese momento era la Provincia de Culiacán, la cual estuvo sujeta a la gubernatura de la Nueva Galicia. En 1532 Sebastián de Evora llegó al valle de Mocorito, lugar al que llamó con su nombre y al río también nombró igual. Evora quedó como encomendado que dependió de la alcaldía mayor de la Provincia de Culiacán.
La historia también muestra que en 1594 se dio la llegada de los jesuitas al territorio de Mocorito, cuyos nombres quedaron registrados en las crónicas del municipio, como Gonzalo de Tapia, Sebastián de Évora, Hernando de Santarén, Martín Pérez y Juan Bautista de Velazco fueron quienes fundaron la “Misión Mocorito”. Una de las estrategias que aplicaron los conquistadores en el territorio de La Nueva España fue la construcción de iglesias en cada localidad, para que de esa forma se llevara a cabo la evangelización de todos los habitantes, esto estuvo a cargo de las órdenes religiosas que fueron llegando a cada lugar de la nación, incluida Mocorito.
Los jesuitas se dedicaron a construir edificios importantes además de iglesias y templos, los cuales fueron muy similares a los que ellos estaban acostumbrados. Fue por eso que se hizo la Iglesia de la Purísima Concepción en Mocorito, misma que se hizo en cuatro etapas, iniciando en el año 1500 y finalizando en la segunda mitad del siglo XVIII. Cuando los colonizadores se asentaron en Mocorito y en otros lugares de La Nueva España, se inició la enseñanza para todos los indígenas, quienes aprendieron a cultivar parcelas y a criar ganado, lo que más tarde se conoció como la agricultura y ganadería.
En ese tiempo y antes de la llegada de los españoles, los indígenas sólo sabían cazar animales, pescar y recolectar frutos y semillas, lo cual hacían con herramientas básicas que tenían como palos y piedras. Su comportamiento era salvaje, tuvieron otra ideología porque no había cosas que los españoles les enseñaran sobre otra forma de vivir, de comportarse, de trabajar para obtener lo necesario para alimentarse y vivir, lo que significa que los conquistadores usaron diferentes estrategias para hacer que los indígenas vieran que existían otras cosas que les permitirían su desarrollo integral.
Las nuevas tecnologías en cuestión del trabajo de la tierra fue uno de los aspectos más importantes en aquel entonces, siendo el cultivo algo clave para todos porque aprendieron a obtener riquezas gracias al trabajo adecuado de la tierra. Esto hizo que se fusionaran las ideas de las personas, principalmente los indígenas con la ideología de los españoles, creando una nueva forma de vida cotidiana, con cosas más activas que las que antes habían hecho, además de ir aprendiendo cosas nuevas cada día, lo que benefició sus vidas de muchas formas.
Todas esas enseñanzas, aprendizajes y actividades desarrolladas influyó positivamente en el ámbito económico, porque fue la manera en cómo se comenzó a construir el municipio de Mocorito, con edificios de todo tipo, desde los del gobierno, la religión, hasta inmuebles para los habitantes. La división geográfica de Mocorito se hizo en seis sindicaturas, una fue la de Rosa Morada, cuya fundación se hizo alrededor del año de 1860, aunque otros documentos señalan que fue mucho antes de ese año de acuerdo a unas urnas funerarias que fueron halladas por el personal del INAH.
La segunda sindicatura fue Pericos, la cual destacó por el trabajo constante de sus habitantes, porque ahí se unen los aromas y sabores sinaloenses, y hace mucho tiempo, en esa zona existió una hacienda henequenera; la sindicatura de El Valle de Leyva Solano, al norte del municipio de Mocorito, lugar que se dio a conocer por la caña y sus derivados, en donde se crearon varias moliendas, además de tener las minas El Gallo y Magistral; muchos artesanos provienen de ese lugar, quienes principalmente trabajan el barro y la madera.
La sindicatura de Cerro Agudo es otro lugar que destacó por la gran producción agrícola de sus habitantes, quienes siembran cacahuate que se comercializa a nivel local y en otros lugares de Sinaloa. Este lugar cuenta con una amplia cantidad de tierras de cultivo, es por eso que muchas familias se dedican a la agricultura. La sindicatura de Melchor Ocampo está ubicada en el sur de Mocorito es otro lugar de gran actividad agrícola; la sindicatura de San Benito es otra referencia de un trabajo constante de sus habitantes para salir adelante.
Finalmente, la sindicatura de Mocorito fue otra referencia importante para muchas personas, esto en cuestión de la agricultura que desarrollaron gracias a los aprendizajes que fueron teniendo con el tiempo, desarrollando nuevas técnicas para el trabajo del campo y hacer un proceso más eficiente para todos. Ahora bien, la historia retoma la importancia de la evangelización porque fue un proceso que se llevó a cabo durante mucho tiempo para que todos los habitantes de La Nueva España comenzaran a creer en las imágenes para que profesaran todo lo que tenía que ver con el catolicismo.
La iglesia de Mocorito que se encuentra en el centro del municipio, en la actualidad es un punto de reunión de suma relevancia para las personas que desean estar en un lugar de grandeza arquitectónica donde hay tranquilidad, serenidad y en donde el tiempo se vuelve en fe que se puede ver y sentir de muchas maneras. La construcción de esta iglesia se hizo en 4 fases; actualmente cuenta con tres altares grandes, un bautisterio, una zona de coro, cúpula y campanarios.
También tiene una sacristía, una casa habitación en donde viven los sacerdotes, quienes cuentan con una recámara equipada, tienen una cocina, un portal y patios amplios. Como parte de la iglesia en una primera fase se planeó una oficina especial para los sacerdotes, una oficina de la notaría parroquial, una ermita a la Virgen de Guadalupe y San Juan Diego; en una segunda etapa de construcción de la iglesia en Mocorito contempló la creación de tres habitaciones misionales, se ocuparon materiales como piedras y argamasa en las paredes, así como vigas y ladrillos en los techos.
Tiempo después se dio la tercera fase de construcción de la iglesia, siendo cuando se hizo la sacristía, se colocaron los basamentos de piedra y argamasa, y los techos; la cuarta fase fue cuando se hizo el portal de los peregrinos, el bautisterio y se terminó la torre con cal, mortero, ladrillo y arena. Cabe señalar que en tiempos remotos, los primeros pobladores ya tenían sus propias creencias religiosas, esto se dio en diversos poblados que se asentaron a orillas de cuerpos de agua, en el caso de Mocorito fue a las orillas del río Évora, en donde encontraron vestigios de una capillas pequeña y modesta hecha con palma y zacate.
Lo anterior da a entender que ellos ya tenían sus propias creencias religiosas, además de que la historia señala que los indígenas tuvieron sus propios rituales, pidiendo favores y dan agradecimientos a sus dioses, porque ellos tuvieron dioses para muchas cosas, como la siembra, lluvia, fertilidad, para el amor, la familia, etc. Las riquezas artísticas y culturales en la Iglesia de la Purísima Concepción se encuentran elementos considerados como verdaderas joyas de arte sacro, hay catorce dibujos hechos a lápiz, está una representación de viacrucis que está en las paredes del templo.
Existe madera tallada en varias partes de la iglesia, como unos adornos que datan de la segunda mitad del siglo XVII; parte del mobiliario también es un ejemplo de las creaciones a base de madera. El estilo de la iglesia es barroco mexicano, aunque también tiene mucho del arte sacro de Sinaloa, entre otros detalles que complementan la belleza litúrgica de uno de los lugares sagrados más visitados por habitantes y turistas que van a Mocorito por cuestiones de vacaciones, así como por quienes van para hacer negocios y por otros motivos.
La época colonial es sinónimo de una herencia arquitectónica, cultural y artística que en el siglo XXI se puede apreciar en muchos edificios y de muchas maneras en Mocorito y en cada rincón del país. Un ejemplo es la arquitectura monástica militar que se desarrolló durante la conquista de México por parte del imperio español en el año de 1521, en donde los edificios creados a través de los años fueron plasmados con ese estilo mencionado, principalmente las iglesias y monasterios que tuvieron detalles relacionados con fortaleza, grandeza, lucha, resistencia y seguridad.
Los edificios monásticos tuvieron ese estilo plateresco que resalta a simple vista y que incluye la mezcla de elementos góticos, románicos y mudéjares. El estilo plateresco se usó mucho en fachadas de templos, y más tarde se incluyó en construcciones de gobierno. Las fachadas tuvieron esculturas que daban la bienvenida a las personas, se usaron contrafuertes, arbotantes, los muros eran muy gruesos, por eso se veían imponentes y actualmente continúa siendo de la misma manera, esto en cuanto al legado arquitectónico que existe no sólo en Mocorito sino en todos los lugares que forman parte de la República Mexicana.
Ahora bien, es elemental mencionar que de acuerdo a información publicada en la web, sabemos que los gobiernos que han habido a través del tiempo, han impulsado el desarrollo turístico del municipio resaltando las atracciones que existen con belleza especial que puede ser disfrutada por chicos y grandes. El gobierno de aquel tiempo hizo un trazo más organizado a partir de la construcción de la Iglesia de la Purísima Concepción porque esa fue la primera construcción importante dirigida a la religión católica, siendo un punto de referencia para todos.
Frente a dicha iglesia se encuentra la plaza principal del centro de Mocorito, a los alrededores están varias residencias, una escuela primaria, el Palacio de Gobierno y otros edificios importantes. El panteón se hizo a 1.4 kilómetros del centro del municipio porque el gobierno señaló la necesidad de tener un lugar especial para los fallecidos, pero alejado del centro como una forma de respetar un espacio de luto que debía ser tranquilo, mantener cierto silencio y ser adecuado para las familias que visitaran a sus seres queridos fallecidos.
Es elemental mencionar que el desarrollo poblacional y urbano del municipio hizo que las nuevas viviendas que se hicieron tuvieran organización para respetar las calles ya delimitadas, a las cuales se les dieron nombres de destacados personajes históricos, así como de lugares y aspectos importantes en la localidad, el estado y el país. Algunos historiadores señalan que el trazo urbano quizás correspondió a los primeros encomenderos que estuvieron en Mocorito, considerando el desarrollo que ya existía en ese entonces.
Tomaron en cuenta las características de la sociedad de ese momento para decidir qué hacer en el territorio para tener prosperidad de muchas formas. El mestizaje se inició con la conquista de los españoles, pero siguió creciendo con la llegada de más europeos a la Nueva España, muchos de los cuales tuvieron hijos con mujeres del país y por eso el mestizaje cobró mayor importancia durante muchas décadas. Los españoles tuvieron ancestros indoeuropeos, semitas y camitas; los indígenas se cruzaron con grupos mongoloides, australianos, malayos-polinésicos.
Mocorito en el siglo XXI es considerado un lugar de prosperidad para sus habitantes, es tierra de cultura, historia y de grandes atracciones. Grandes personajes que por sus labores en pro del municipio y que pusieron en alto el nombre de este bello lugar, fueron Eustaquio Buelna, quien fue político, historiador y filólogo que hizo mucho por la humanidad; también está el poeta Sixto Osuna, que destacó en un movimiento cultural entre escritores, artistas y pensadores que hicieron que Mocorito fuera distinguido como “La Atenas de Sinaloa”.
Es así como los habitantes de Mocorito siguen escribiendo su propia historia, con hechos que destacan y que marcan el progreso o problemas que surgen en el municipio, pero que todo debe ser atendido por todos, tanto habitantes como quienes forman parte del gobierno. La época actual es la que todos conocemos, por lo que en Mocorito se puede apreciar mucho del pasado histórico de lo que ahora es un lugar de encanto natural, arquitectónico, cultural y artístico que se fusionan con la modernidad de la sociedad actual.