Historia de Cuajimalpa de Morelos
El pasado histórico de la Delegación de Cuajimalpa de Morelos permite remontarnos a épocas antiguas para ver todo lo que sucedió en su territorio, desde su fundación con los primeros pobladores pero antes de eso se trató de un lugar grande en donde sólo la naturaleza vivía en todo su esplendor, en donde la Ciudad de México es considerada una de las pocas en el mundo que posee una historia tan rica y antigua, cuyo desarrollo y cambios planeados en cada época permitieron convertirse en una zona metropolitana que recuerda los asentamientos humanos desde hace más de 2 mil años y esto continúa siendo motivo de orgullo de los mexicanos porque todo pasó por cosas tanto positivas como negativas pero que sin duda fueron puntos claves en el avance de sus poblaciones y en el caso de la delegación, esto no fue la excepción al estar muy relacionada con lo sucedido en la ciudad.
Sus orígenes se remontan al año de 1342 cuando comenzó un poblado pequeño en donde llegaron los Tepanecas, quienes fueron relacionados con el grupo de los Otomíes y decidieron establecerse en la región porque les había llamado la atención las características del lugar, siendo así como se dio origen a los primeros habitantes de la Delegación. Cabe señalar que los Tepanecas se conocieron como un grupo que logró fundar poblados, siendo una de las siete tribus que dieron inicio a la migración desde la zona de Chicomoztoc a otras en México, además de tener un poderío militar en lo que era una de las mejores zonas de ese entonces, en donde fundaron Azcapotzalco que fue el principal altépetl del territorio dominado por dicha tribu y que fue conocido como "Tepanecapan". Ellos fueron controlados de manera política y administrativa por Azcapotzalco y este dominio duró hasta el año de 1427.
Los diferentes habitantes de varios pueblos que había en el Valle de México comenzaron a hacer movimientos que fueron calificados como rebeldes. Después se dio la famosa Triple Alianza que se formó por Texcoco, Tenochtitlán y Tacuba, siendo la última confederación de estados indígenas en la zona antes indicada y esto se dio durante el período posclásico mesoamericano, en donde estaba conformada por México-Tenochtitlán y ese territorio tenía una filiación étnica nahua, mientras que Tetzcuco era de filiación acolhua y Tlacopan de tradición otomiana. En esa época se dieron algunos enfrentamientos y sus tropas lograron derrotar en Huixquilucan a las de Azcapotzalco, haciendo que después los obligaran a refugiarse en Cuauhximalpan porque otros grupos sabían que si se quedaban en la región podían perder la vida.
Fue hasta el año de 1432 cuando finalmente les permitieron regresar a su lugar de origen, esta conquista se tomó como definitiva cuando se llevó acabo en 1437 en el gobierno del Tlatoani Mexica Izcóatl que en español significa "Serpiente de Obsidiana" la conquista Cuauhximalpan, por lo que fue tuvo que ser transferido al reino de Tlacopan. Cabe indicar que después de esa derrota por parte de los tres señoríos, se dio el régimen zuyuano que fue conocido como una estructura ideológica y esto se tomó como una formación política que después tuvo algunas repercusiones en el tributo, como la impartición de justicia y las campañas militares que se desarrollaron en aquel tiempo. La historia señala que esa forma de gobierno no sólo existió en el altiplano mexicano, sino que también se dio en otros lugares y en diversas etnias como en los Tarascos con Tzintzuntzán-Ihuatzio-Pátzcuaro, en los Mayas con Uxmal-Chichen Itzá-Mayapán y en los Mixtecos con Tilantongo-Teozacoalco-Zaachila.
Después de que llegaron los españoles al territorio mexicano, el 8 de noviembre de 1519 las tropas armadas que estuvieron al mando de Hernán Cortés entraron a varios territorios y fue cuando comenzaron los problemas con varios grupos indígenas. El 30 de junio de 1520 se dio una batalla larga y sangrienta en donde los españoles vencieron a los indígenas y les impidieron huir, muchos trataron de hacerlo, pero les fue imposible por la situación que se había dado en esos momentos. Un grupo de guerreros indígenas logró refugiarse el 1 de julio de ese mismo año en la zona de Cuauhximalpan para poder descansar algunas horas. Pasaron varios años después de esos enfrentamientos, cuando se dio el triunfo de los españoles, en donde Hernán Cortés decidió incorporar a Tenochtitlán, junto con otros pueblos indígenas a su señorío que era el Estado y Marquesado del Valle.
La palabra señorío era una institución propia de la Edad Media y la Edad Moderna en España, muy parecida a lo que se conoció como el feudo del Imperio carolingio. Eso se dio en los reinos cristianos del norte peninsular y con el tiempo se fue extendiendo a otros territorios. En general se conoció al señorío como una donación hereditaria de tierras y vasallos, lo que incluía la jurisdicción que era dada por monarcas a nobles o clérigos como parte de un pago por sus servicios prestados o también como recompensa a los méritos que habían hecho y que debían ser reconocidos de forma especial pero esto también se hacía por su merced o voluntad. Fue así como Cortés tuvo el apoyo de la corono española y logró fundar varios pueblos como en el país como Santa Rosa y Santa Lucía en lo que se llamó la Nueva España.
También le dio mayor importancia a otras zonas que ya estaba formadas como las de Cuauhximalpan, Chimalpa, San Mateo Tlaltenango y Acopilco, lugares que fueron asignados con nombres españoles porque ahora eran ellos los que gobernaban la nueva nación. Siempre protegió a sus hombres a lo largo del camino México-Toluca y después hizo que varias zonas prosperaran en cuanto a sus asentamientos agrícolas y ganaderos porque sabía que eran dos actividades importantes que eran básicas para el trabajo y sobrevivir cada día. Los lugares mencionados fueron poblados principalmente con indios amigos del español porque desde ese entonces el tener influencias y saber relacionarse con personas importantes y de poder, tenía grandes recompensas como el apoyo en todo, la sesión de tierras, el tener puestos de poder en cuestión de gobierno, social, económico, etc.
En el año de 1534 Cortés otorgó varias porciones de tierras al pueblo y decidió ponerle el nombre de San Pedro Cuauhximalpa, asimismo concedió tierras a varias poblaciones de la región como por ejemplo San Lorenzo Acopilco, San Mateo Tlaltenango y San Pablo Chimalpa, zonas que a partir de entonces fueron parte de los bienes que tuvo Hernán Cortés y que fueron aprobados por la Corona Española, siendo definidas como parte de su reino particular porque no se debe olvidar que debido al respaldo del gran poder que tuvo, pudo tener grandes cantidades de terreno en muchas partes del país, así como inmuebles en donde vivió por temporadas y otros sólo fueron usados de paso cuando viajaba.
En cuanto al aspecto de la religión, es preciso señalar que Cortés era muy católico y entre los santos de los que era devoto, el principal fue San Pedro, quien desde que era muy joven se enfermó gravemente y su familia le pidió a dicho santo para ayudar a Hernán, lo cual consideraron como un verdadero milagro porque salvó su vida y desde entonces, cada año festejaba su día en la iglesia o en su casa y por esa razón era su santo más importante. Además, su fe fue tan grande que a su primogénito lo bautizó con el nombre de "Pedro" en honor al santo. En la época colonial se dieron otros cambios en el país y en el caso de lo que antes era Cuauhximalpa (ahora Cuajimalpa), continuaba siendo un pueblo pequeño del que dependían otros que eran mucho más chicos. Muchos de sus habitantes se dedicaron labrar y quemar madera, consideradas como dos actividades básicas que ayudaron al crecimiento de varios aspectos en las poblaciones.
Es fundamental señalar que Cuauhximalpa tenía muchas zonas de bosques y eso era aprovechado por sus habitantes, quienes eran leñadores y carboneros, pero también se fueron desarrollando otras ocupaciones como la agricultura y la ganadería, mismas que en un comienzo eran sólo de nivel familiar para poder comer cada día. Fue en ese mismo lugar en donde se erigió la ordenanza real de Señalamiento y Corte de los Montes, lo cual se hizo en la ley 14 de la Novísima Recopilación, en cuyos puntos se marcó el artículo 1° y 2° la obligación de los ayuntamientos y pueblos de cada lugar del país, tener siempre vigilancia y reconocimiento de los montes, mientras que en el 3° se señaló que no se permitía talar o cortar los montes, sólo cuando contaran con un permiso especial para eso porque se querían conservar en estado totalmente natural.
Además, se señaló que quienes quisieran talar, primero debían dar razones del por qué hacerlo, como proveer de la leña necesaria y hacer el carbón. Fue así como después de un tiempo se mostraron varias reglas y una de ellas fue que sólo se podría cortar los árboles bien formados, dejando en ellos el tronco con dos de las ramas madres por donde se pudieran criar, se medren y se mantengan para poder hacer que siguieran siendo árboles vivos que se desarrollaran más tarde, en lugar de sólo cortarlos y dejar vacío el lugar donde algún día estuvieron, porque los el gobierno sabía que era punto esencial en todo lo que se quería hacer con los bosques de la Ciudad y del país en general. El segundo punto a considerar fueron las maderas que los vecinos necesitaban para reparar y fabricar sus casas, templos o molinos, en donde sólo se podía cortar de los árboles que estuvieron en sazón, dejando la mejor pica y guía que tuviera el árbol para su medra.
Muchas cosas se dieron bajo licencia por escrito por parte del Regidor o Comisario de cada lugar para hacer los cortes de los árboles, pero tenían la obligación de reponer más con nuevas plantas, así se fueron conservando los bosques y no perdieron el encanto natural que los caracterizaba. También se dio el artículo 4° en donde se marcó que los dueños de los montes particulares debían participar activamente en sus tierras al replantar cada año los árboles que durante el transcurso del mismo habían cortado, esto como forma de respetar la naturaleza, además de señalar que en caso de no hacerlo como lo indicaba el reglamento, el propietario debería pagar los gastos que en este trabajo se eroguen.
El artículo 10° señalaba que el gobierno era quien debía decir o proponer un premio a los pueblos y/o personas particulares, presentaran cada año plantíos logrados de tres tantos más de árboles que hayan cortado, teniendo siempre evidencias de todo lo que hacían en pro del cuidado y preservación de los bosques. Dichas leyes de Novísima Recopilación se hicieron muy populares en aquella época, permaneciendo vigentes durante muchos años en lo que fue el México Independiente. Por otro lado, en muchas partes de Cuajimalpa se podían ver las influencias arquitectónicas del extranjero como por ejemplo de Europa, pero también había muchas casas y edificios que se habían edificado bajo la arquitectura colonial y un ejemplo de esto es la Parroquia de San Pedro Cuajimalpa que se hizo entre los años de 1628 y 1755.
Con el paso de los años se realizaron varias modificaciones en el interior de dicha parroquia o también llamada iglesia y poco a poco se fue haciendo más grande, siendo en 1785 cuando se hizo la torre del norte y en 1925 se hizo otra, pero en la parte sur. La iglesia fue dependiente de la parroquia de Mixcoac y tiene varios tesoros artísticos como la figura de San Miguel y la Virgen de Guadalupe que se hizo como copia fiel de la original, además de varios cuadros, pinturas, otras esculturas, fotografías y elementos litúrgicos. Durante el siglo XVIII se dieron otras actividades económicas importantes y una de ellas se relacionó con la instalación del local conocido como La Venta de Doña Marina que se ubicó a la orilla del Camino Real a Toluca en donde se crearon varios puestos laborales que fueron aprovechados por la población.
Es preciso indicar que algunos comerciantes tuvieron conflictos con varias comunidades indígenas que ofrecían los mismos servicios en las ventas del Tianguillo y La Pila, porque los precios eran similares pero se creía que los habían copiado de los primeros comerciantes que iniciaron las ventas, además de que en esos dos lugares era muy seguro que pudieran vender sus productos además de ser seguros para todos porque en ese entonces había problemas de seguridad por el vandalismo pero había excepciones porque se consideraban tan seguros que ahí estaban salvo del ataque de los salteadores. La situación de los comerciantes fue cambiando con el tiempo, viendo que todos tenían derecho a vender sus cosas, siempre y cuando fuera algo legal y no robado porque todos sabían que existía un reglamento que debía ser seguido y respetado por la población en general.
Cabe indicar que se dio la búsqueda del deseado fomento económico, siendo el comercio una actividad que logró ser preponderante entre los gobernantes y habitantes, teniéndolo en una primera posición porque sabían que su práctica representaba la medida del progreso económico de cada lugar. Otro evento histórico se dio el 4 de mayo de 1884 cuando se inauguró el ferrocarril de México a Toluca, siendo el primer día en que corrió dicha ruta y para muchos fue visto como un paso grande al avance tecnológico y a la realización de actividades comerciales, además de incentivarla comunicación entre varios lugares. Lo contrario de esto fue que muchos comerciantes comenzaron a ver que la venta de sus productos decayó considerablemente, porque cse dieron cuenta de que las ventas que habían tenido antes de lo sucedio, fueron más grandes que las que tuvieron después de surgir el ferrocarril.
Una de las razones que se consideraron fue que los viajeros preferían recorrer el trayecto señalado anteriormente en tren, que caminar a los lugares de venta para comprar lo que necesitaban. Se delimitó la zona conocida como "La Venta" en donde había muchas personas con pequeños puestos muy variados, en cuya área había varios restaurantes que vendían antojitos mexicanos y en donde muchos iban a comer durante el día. Un problema que después surgió fue que en el Monte de las Cruces había muchas personas muertas a consecuencia del vandalismo, por eso se le asignó dicho nombre. Había varias zonas en donde se podían ver algunos pasajeros que habían sido asesinados por bandidos que querían dinero o quitarles sus productos. Esto fue algo muy sonado en aquel entonces y por eso muchos trataban de evitar salir en la noche y caminar por lugares que estuvieran solos u oscuros.
En el monte señalado se encuentra un pequeño monumento en donde está el sitio en que estuvo el Cura Hidalgo el día de acción contra el coronel realista Trujillo que se dio el 30 de octubre de 1810, por lo que fue parte de un honor al cura por las acciones que realizó en pro de los mexicanos. Durante el siglo XIX ese mismo monte existió hasta que se dio el establecimiento de la República, siendo usado como guarida de los insurgentes y escondite de bandidos, conocido como un lugar de asaltos muy frecuentes, en donde los asesinos tenían valor porque siempre estaba solo todo el lugar, además de ser oscuro al caer la noche debido a que no había lámparas que iluminaran un camino. Fue hasta el siglo XXI cuando las cosas cambiaron y poco a poco se fue convirtiendo en un lugar ideal para la realización de deportes debido a las características naturales y geográficas que tenía el monte. Esto comenzó a ser aprovechado por las personas, además de que era un lugar para el sano esparcimiento de chicos y grandes.
Más tarde comenzó a ser usado por muchas familias para la realización de celebraciones porque comenzaron a ver que era un lugar que tenía muchas cualidades, una de ellas era que los terrenos eran muy grandes, podían estar en contacto directo con el ambiente natural, disfrutando del aire. Después de un tiempo el gobierno local decidió llevar a cabo la construcción de un acueducto que conducía el agua de los Leones y del Desierto hacia la porción norte de la Ciudad de México, el cual comenzó en la parte de arriba de Chapultepec, pasaba al norte de dicho lugar, quebraba por la calzada de la Verónica y volvía a doblar en el oriente al entrar a la Ciudad por Tlaxpana hasta llegar al torrente de la Mariscala en donde estaba la caja repartidora. Otro cambio que se dio en el año de 1892 fue la destrucción de los arcos de la avenida que conducía a Tlaxpana, haciendo que en poco tiempo desapareciera la arquería que tenía más de 900 arcos.
Otro sitio de gran historia es el Desierto de los Leones, el cual actualmente es considerado un Parque Nacional en la Delegación de Cuajimalpa de Morelos y esto ha hecho que más personas en el país y el extranjero deseen visitar este emblemático lugar con una gran naturalidad. La declaración como tal fue hecha mediante un decreto presidencial el 27 de noviembre de 1917, lo cual fue publicado en el Diario Oficial hasta el 6 de mayo de 1981 en donde se asentó el reconocimiento de derechos y títulos de los comuneros de San Mateo Tlaltenango, expidiendo certificados por el Archivo de la Nación el 27 de abril de 1916 y el 15 de enero de 1971. Muchas personas tuvieron algunos problemas con relación al Desierto de los Leones, principalmente los que vivían en San Mateo porque peleaban las tierras que les habían dado como ejidos invadidas por el señor Manuel Torres, quien era el propietario de la hacienda que estaba cerca del lugar.
El Conde de Gálvez había aprobado las diligencias de mensura el 12 de julio de 1689, lo cual fue realizado por Pedro de Labastida, cuya acción condujo a que se entregaran 500 varas de tierra por cada viento, surgiendo la necesidad de una orden judicial el 27 de abril de 1690 en donde se dio posesión al pueblo de San Mateo Tlaltenango los terrenos de la Loma Pachuquilla mediante la donación en el año de 1922, otorgando al poblado una superficie de 2 500 000 hectáreas que fueron tomadas de la hacienda Buenavista y esto se hizo con la finalidad de beneficiar a 138 hombres de familia que habían peleado por tener tierras para ser trabajadas, pero había sido imposible antes de la fecha señalada porque el poblado se encontraba en posesión de las tierras.
La Real Cédula consideró a la loma de Pachuquilla que los habitantes de San Mateo Tlaltenango habían pedido al Alcalde Mayor del Estado y Marquesado del Valle, el señor José de Asso y Otal para que se les hiciera Merced de los remanentes de agua que bajaba de un ojo de agua que estaba ubicado en la zona donde estaba el Desierto de los Leones y que pasaba por el pueblo de Santa Rosa Xochiac y la hacienda de Buenavista. Esto fue concedió por resolución el 20 de diciembre de 1762 porque tiempo antes ya se había trabajado dicho tema el 4 de enero de 1624 cuando el Rey Felipe V les mercadeó los terrenos montuosos que comenzaban del cementerio y llegaban a la barda del convento, pero en 1762 las cosas ya se había hecho más claras y fueron definidas de manera oficial. La naturalidad del paisaje que aportaba el desierto era especial para muchos, por eso fueron surgiendo personas que tenían un gran interés para explorar la zona y las ruinas que se encontraba en esa misma área.
El responsable de haber otorgado el título de "Parque Nacional" al Desierto de los Leones fue el entonces Presidente de la República, Venustiano Carranza quien promulgó el decreto el 15 de noviembre de 1917. Otro evento se dio el 19 de diciembre de 1983 cuando el Presidente de México, Miguel de la Madrid Hurtado decretó la expropiación de 1,529 hectáreas a favor del Departamento de la Ciudad de México con la finalidad de usarlas para la preservación, explotación y embellecimiento del Desierto de los Leones, sabiendo que de esta forma se convertiría en un lugar ideal para conocer en la Ciudad y ser punto de atracción turística por la belleza natural que poseía. Esto se hizo oficial mediante una publicación en el Diario Oficial de la Federación el 23 de septiembre de1998, asimismo se declararon las zonas de restauración ecológica con diversas superficies que fueron afectadas por los incendios forestales ocurridos en 1998.
Las áreas incluidas fueron cerca de 400 hectáreas del Desierto de los Leones y algunas zonas cercanas al Contadero en donde en 1753 había una hacienda agrícola que tenía mucho movimiento de trabajadores y producción, por lo que también se tomaron en cuenta para la conservación de una parte importante de ese lugar. Otra parte de la historia muestra que varios poblados que forman parte de la Delegación de Cuajimalpa de Morelos son ricos en tradiciones culturales que en la actualidad continúan existiendo con más fuerza porque se han logrado transmitir de generación en generación y eso ha permitido que se sigan realizando con gran entusiasmo por parte de sus habitantes. En el Diario Oficial de la Federación del 16 de julio de 1987 se mostró la descripción de la línea de conservación ecológica que se había delimitado en años anteriores, por lo que más personas pudieron conocer sobre los cambios y mejoras que el gobierno federal había realizado en pro del cuidado de las zonas naturales de la Ciudad de México.
Fue hasta 1928 cuando Cuajimalpa fue considerada como un municipio, pero un año después, el 1° de enero cambió para ser una Delegación que integrara al D.F. y así permanece en la actualidad, siendo hasta el año de 1970 cuando se le denominó "Cuajimalpa de Morelos". Es fundamental mencionar que debido a los cambios planeados en el territorio, la delegación tuvo algunas dificultades respecto a su actividad primaria porque iba en decaimiento, haciendo que hombres que eran obreros no calificados y mujeres que eran trabajadoras domésticas comenzaran a viajar más seguido a otros puntos de la Ciudad de México, esto sucedió debido a la falta de fuentes de empleo a nivel local y fue por eso que en Cuajimalpa se dieron algunos problemas económicos, haciendo que quieres trabajaban en su lugar de origen, tuvieran que hacer recorridos de varias horas para llegar a sus lugares de trabajo.
Con el tiempo se impulsando la industria en varias zonas del D. F. y eso provocó que poco a poco se diera una fuerte migración y altas tasas de crecimiento poblacional, lo que dio como resultado la ocupación irregular en varias partes de dicha área. Esta determinación hizo que se desviaran construcciones de casas hacia los lugares vecinos a la delegación y a algunos municipios del Estado de México, cuyo proceso se dio de 1950 a 1980 y aun así la población se incrementó considerablemente a pesar de que tiempo atrás había sido considerada como una de las más pequeñas en cuestión del número de habitantes que había en su territorio. Cuando ocurrió el terremoto de 1985 en la Ciudad de México, las secuelas que dejó fueron devastadoras porque muchos lugares se destruyeron por completo, grandes y pequeños edificios colapsaron, miles de casas también se derrumbaron y se perdieron muchas vidas.
La zona centro tuvo que se reestructurada por completo y eso provocó la aceleración del ritmo de descentralización de los servicios hacia la parte poniente y sur del D.F y fue cuando la Delegación de Cuajimalpa de Morelos comenzó a formarse en un polo de desarrollo emergente en la ciudad y en donde muchos edificios se construyeron, llegaron grandes consorcios en la parte noreste de la delegación y se crearon otras zonas que lograron ser parte de la atracción e interés de habitantes y turistas, lo cual se hizo con la finalidad de reactivar la economía que había quedado paralizada por lo sucedido en el terremoto mencionado. Fue así como Cuajimalpa comenzó a ser un lugar atractivo para la inversión inmobiliaria, haciendo que más personas quisieran ir a vivir a dicho lugar para comenzar una nueva vida.
En los 90 se llevó a cabo el programa de Zonas de Desarrollo Controlado que ahora son los Programas Parciales de Mejoramiento, en donde uno de los propósitos de eso fueron evitar que la zona continuara creciendo de forma anárquica y sin control, haciendo que todos tuvieran que pedir permiso al gobierno para poder construir. Hubo un tiempo en que los terrenos de Santa Fe fueron utilizados como tiradero de basura de la ciudad, pero eso hizo que se estableciera un plan enfocado en el desarrollo y cuidado de las zonas mediante la expropiación de esos predios y se hizo con el decreto firmado por el Presidente Miguel de la Madrid Hurtado el 25 de julio de 1984. Cuajimalpa de Morelos comenzó a ser un lugar importante, en donde muchos más tomaron en cuenta sus características geográficas privilegiadas y la poca contaminación del aire que había en el año 2000.
Lo anterior hizo que la zona delegacional se convirtiera en el lugar idóneo para el desarrollo de grandes extensiones de habitación residencial, así como para la construcción de empresas y comercios de todo tipo, haciendo que más empresarios mexicanos y extranjeros tuvieran el interés de invertir. Todos los avances que se dieron provocó de cierta manera, el desplazamiento de la población nativa, además de la población de ingreso medio y bajo, quienes pasaron a ocupar varios terrenos que eran del suelo de conservación y esto se hizo a través de la construcción de viviendas básicas e informales en muchas áreas del D.F. Es así como Cuajimalpa ha tenido grandes cambios desde su fundación hasta llegar al siglo XXI, lugar que es conocido como uno de los más antiguos, con una rica historia, cultura, tradicionales, fiestas religiosas, en donde el arte es una parte preponderante y la naturaleza es algo especial que en la actualidad sigue siendo una atracción especial para muchas personas dentro y fuera del país.