Torreón

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Información sobre Torreón

Catedral de TorreónEl municipio de Torreón se encuentra en la zona norte en el estado de Coahuila (Coah). De acuerdo a lo que señala el mapa general de la República Mexicana sobre la posición geográfica que tiene el municipio de Torreón, su ubicación es entre las coordenadas 25° 32' 40" latitud norte y 103° 26' 30" longitud oeste. La extensión superficial del municipio de Torreón es de aprox. 1,947.7 kilómetros cuadrados. Cuenta con una altitud promedio de 1140 metros sobre el nivel del mar.

El municipio de Torreón colinda con otros municipios entre los que se encuentran Matamoros al norte, Viesca en la zona oriente y con el estado de Durango al suroeste. Torreón es uno de los municipios más importantes del estado de Coahuila debido al gran desarrollo económico que tiene y a las industrias que destancan son la agrícola, textil, matalúrgica y química, así como el comercio y prestación de servicios. Los resultados estadísticos del INEGI señalaron que de acuerdo al tercer conteo de población que se hizo en el año 2010, el municipio de Torreón tiene una población de 639,651.

Sitio Web del municipio de Torreón Coah.

Historia

Historia de Torreón

La ciudad de Torreón, está ubicada en el norte de México, en el estado de Coahuila. Junto con las ciudades de Lerdo, Matamoros y Gómez Palacio conforma la llamada Comarca Lagunera. Esta comarca es una de las áreas urbanas más importantes del país, concentrando una gran actividad comercial e industrial.

El nombre “Torreón” se debe a las construcciones del año 1850, precisamente de torreones, erigidas con la finalidad de vigilar la ciudad.

En la historia de la ciudad de Torreón se distinguen cuatro grandes etapas o épocas:

  • Época Prehispánica
  • Época Colonial,
  • Siglo XIX y el ferrocarril
  • Siglo XX y la Revolución Mexicana.

Época Prehispánica

Esta época refiere al período anterior a la colonización y conquista española, proceso que ocurre a partir del año 1519. Su historia comienza con la llegada de los primeros pobladores a la región. En el caso de Torreón, ubicada en la zona norte del país, sigue un proceso histórico muy diferente a la región sur.

Según algunos estudios realizados por arqueólogos y antropólogos especializados en de este tema, en México las sociedades prehispánicas se desarrollaron en tres áreas muy diferentes:

  • La región norte, que se extiende aproximadamente hasta el trópico de Cáncer. Esta área es conocida como Aridoamérica (por las características áridas de sus tierras).
  • La zona sur de México, en la que se desarrolló la civilización conocida como mesoamericana.
  • Otra zona que se forma como consecuencia de un proceso progresivo de sedentarización de ciertos pueblos del norte del país. Esta área es conocida en la historia con el nombre de Oasisamérica.

En el caso concreto de la ciudad de Torreón, como parte de la región norte del país, vivió su etapa prehispánica con las características de las tribus indígenas nativas de Aridoamérica.

En un comienzo esta región estuvo completamente cubierta por el mar. A través de miles de años de evolución se formaron las montañas de esta zona. Al final del período mesozoico so formaron dos ríos muy importantes que atraviesan las zonas de praderas: el río Aguanaval y el río Nazas. Ambos desembocan en grandes lagunas que dieron precisamente el nombre a la región: Laguna de Mayrán y Laguna de Viesca.

En las zonas aledañas a los mencionados ríos de Aguanaval y Nazas, se instalaron las primeras tribus. Registros históricos indican que esto sucedió hace más de 11,000 años. Algunas de esas tribus serían los Caviseres, Nauopas y Paoquis.

Poco es lo que se sabe en cuanto al desarrollo de estos grupos, sus costumbres y estilos de vida. En general y a diferencia de lo que ocurrió con otras comunidades, como los mayas o aztecas, estos grupos nativos del norte del país no registraron importantes avances tecnológicos o sociales. No obstante, es muy probable que su historia haya sido mucho más rica que lo que se conoce acerca de ella.

La historia de las distintas comunidades que vivieron en el “México Prehispánico” es conocida fundamentalmente gracias a la arqueología. Esto es así porque no en todos los pueblos del país se desarrolló la escritura en esta etapa de la historia; también hubo casos en los que el proceso de conquista española fue más violento, destruyendo registros y rastros de los pueblos conquistados.

En ocasiones se hace referencia a los nativos del norte de México con el nombre de “Chichimecas”, un término despectivo aludiendo al exacerbado salvajismo y violencia con la que se encontraron los primeros conquistadores españoles.

En contrapartida a la falta del registro y legado prehispánico de los nativos de esta zona del país, el rol que precisamente los estados del norte de México jugaron en su proceso de independencia fueron claves y definitorios. Un claro ejemplo de ello es el estado de Coahuila de Zaragoza, el cual incluía antiguamente al actual estado norteamericano de Texas.

Las regiones sur y centro del país fueron las primeras en ser colonizadas, ya que las condiciones hostiles del clima en la zona norte no facilitaban el desarrollo de una buena calidad de vida.

Época Colonial

Los registros históricos indican a 1513 como el año en que comienza la exploración española. La primera provincia en territorio mexicano fundada por la entonces Nueva España, fue Nueva Vizcaya.

En las décadas posteriores se fueron colonizando gradualmente otras provincias bajo la gestión y liderazgo de Francisco de Ibarra. Cuando se descubrieron importantes yacimientos de plata el proceso de conquista fue avanzando más hacia el norte de la zona de Zacatecas, donde fue apareciendo el preciado metal.

Una vez fundada Nueva Vizcaya, se fueron incluyendo otras áreas como Sinaloa y Sonora en la colonización que avanzaba rápidamente. La región pasó a estar bajo la jurisdicción y administración de la “Real Audiencia de Guadalajara”.

Según la documentación registrada, las primeras expediciones estuvieron a cargo de Fray Pedro Espinareda en 1566; dos años más tarde aparece la figura de Francisco Cano como otro líder de exploraciones en la región.

En el año 1777, tuvo lugar la Reforma Barbónica la cual implicó una organización política distinta. Se creó la “Comandancia General de las Provincias Internas”, la cual fue una entidad independiente y autónoma del Virreinato.

Esta Comandancia, creada por el rey Carlos III, le otorgaba al comandante general potestades similares a las que tenía el virrey de Nueva España. No obstante, posterior a su creación, alternó períodos de autonomía con otros de obediencia casi absoluta al virrey.

A su vez, la autonomía fue parcial, ya que solo en aspectos administrativos y militares la Comandancia podía decidir. No obstante tuvo un permanente apoyo financiero de Nueva España.

Siglo XIX y el Ferrocarril

En el año 1848, precisamente el 24 de abril, se registra la compra de una hacienda llamada “San Lorenzo de la Laguna” por parte de Leonardo Suloaga y Juan Ignacio Jiménez. Esta hacienda prontamente pasaría a convertirse en la Hacienda del Torreón. En 1850 se construye el primer torreón y de ahí la ciudad toma su actual nombre.

Gradualmente la población fue en aumento y las construcciones, hasta el momento en su gran mayoría de estilo “ranchos”, se fueron extendiendo hacia la periferia de la ciudad.

En 1879, Andrés Eppen se convierte en una figura influyente en Torreón. Participó directamente de las obras de la presa del Coyote así como vigiló muy de cerca la actividad agrícola. Los rendimientos de la misma empezaron a crecer y se hacía necesario generar y reforzar medios de transporte que permitieran su comercialización.

Es en esta época en que sucede la llegada del ferrocarril y con ella, el crecimiento y consolidación de Torreón como población y centro comercial. El 24 de Agosto de 1883 se firma un contrato entre la Señora Zuloaga y Eppen, a través del cual se cede un terreno para la construcción de una Estación de Ferrocarriles.

El 23 de Setiembre de 1883 se crean las vías de acero destinadas a la circulación del ferrocarril que llegarían hasta el Rancho del Torreón. El tránsito desde y hacia la frontera de Estados Unidos fue un factor clave en el desarrollo de la ciudad y sus medios de transporte. En donde hoy se ubica la actual ciudad de Torreón se construyó justamente eso, un torreón (edificación con forma de torre) con el objetivo de vigilar el tránsito por las avenidas del río.

A partir de entonces, el tren cada día comenzó a circular a través de un puente de madera sobre el río Nazas. En 1885 se registra una fuerte crecida del río que arrastra el puente con el consecuente cese del paso del ferrocarril hasta su restauración, la cual incluyó otras obras muy importantes para el crecimiento de la ciudad.

De hecho, en 1888 y como parte de esas obras se concreta el empalme de la vía férrea Central con una vía internacional, quedando así la ciudad de Torreón directamente conectada con Estados Unidos.

De manera paralela, Andrés Eppen venía trabajando en un proyecto de ampliación y construcción edilicia en entorno a la Estación ferroviaria. Fue un trabajo en el que se depositaron muchos recursos materiales y humanos. La obra estuvo a cargo del Ingeniero Federico Wulff y conjuntamente con Eppen diseñaron la distribución de las manzanas así como sus dimensiones.

Fue este un período clave en la urbanización de la ciudad. A modo de anécdota, hubo un error en el cálculo inicial de las dimensiones de las manzanas, el cual tras haberse corregido benefició a los propietarios con parcelas de mayor tamaño. Parte de la corrección buscó evitar conflictos locales por lo que Eppen autorizó el mayor tamaño de las propiedades para no tener reclamos.

En la medida que el Ferrocarril Internacional comenzó a llegar a la zona, mayor cantidad de colonos comenzaron a arribar con el objetivo de instalarse en la nueva y próspera ciudad de Torreón. Se dice que los salarios de quienes trabajaban en el ferrocarril eran altos y con el tiempo fue aumentando la cantidad de vehículos que llegaban a la ciudad para recoger o entregar mercadería. Este hecho fue un componente importante para la prosperidad de la ciudad.

De manera natural fueron surgiendo necesidades de variados servicios y comienzan así pequeños proyectos industriales que más tarde adquirirían una envergadura mayor. Este fue el caso de la primera fábrica de Torreón: una fábrica de tejidos de algodón e hilados.

La empresa manufacturera se llamó “La Constancia”, comenzó a producir en Agosto de 1890 y lo sigue haciendo hasta el día de hoy. En 1891 el emprendimiento producía 200 unidades de telares que eran comercializadas a través del ferrocarril a otras regiones del país y a Estados Unidos.

Seguidamente, se instala en Torreón otra importante empresa manufacturera llamada “La Alianza”. En este caso, el rubro fabril correspondía a jabones y aceites. Al igual que La Constancia, esta empresa también jugó un rol clave para la continuación del desarrollo industrial de la ciudad cuya expansión era inminente.

En este escenario de constante crecimiento de las inversiones, sobreviene la necesidad de crear una “protección fiscal” de los capitales correspondientes. Es así que José Garza Galán, en este entonces Gobernador Constitucional de Coahuila, crea un decreto a través del cual exonera durante tres años determinados impuestos a quienes inviertan en la ciudad.

El movimiento ferroviario continuaba acrecentando el tránsito de bienes y servicios en Torreón por lo que prontamente se hizo necesaria una organización administrativa y política tal que asegurara el orden y cumplimiento de los decretos y controles definidos.

Se designa una comisión de control del Ejecutivo del Estado y esta propone además, que Torreón adquiera la denominación de Villa. Fue el 22 de Noviembre de 1890 el día en que se decreta el reconocimiento de Villa para la población de Torreón. No obstante, poco tiempo después y tras la caída del cargo del Gobernador del Estado, los opositores a su gestión lograron aplazar la aplicación de dicho decreto. Tres años más tarde Torreón recobraría la denominación de Villa.

1893 fue un año muy particular para Torreón, conocido como “el año del hambre”. Tras sucesivos períodos de sequía sobrevino una situación de crisis y recesión económica. Hacia fines del año siguiente, la situación comienza a revertirse. Tras la reelección de Villanueva como Presidente Municipal, comienza un período de reactivación comercial así como nuevas negociaciones agrícolas impulsadas por el Municipio.

En 1895, Torreón tuvo que enfrentar un nuevo desafío: esta vez una serie de enfermedades epidémicas causó una de las mayores mortandades hasta el momento. Entre los principales factores que explican este suceso se encuentran las deficientes condiciones de salubridad, la carencia de médicos y la falta de medicinas adecuadas para combatir los microorganismos que causaban dichas afecciones.

Al terminar el siglo XIX, el censo indicó que la población de Torreón era de 11,373 habitantes. De ese total aproximadamente 4,000 personas residían en el centro de la ciudad.

Siglo XX y la Revolución Mexicana

La Revolución Mexicana fue el hecho político que definió la historia de país durante el siglo XX. Comienza el 20 de Noviembre de 1910 y en cuanto a la fecha de su finalización hay distintas hipótesis, si bien la mayoría concuerdan en el que ocurre en 1920.

De una manera simplista, puede considerarse a la Revolución Mexicana como una sucesión de diferentes revoluciones que se dan en esa década. Fue un hecho de alcance nacional e incluso internacional, dada la intervención de Estados Unidos. Torreón tuvo un protagonismo marcado en la revolución, pues en esta ciudad se organiza una de las conspiraciones más importantes y se convierte en base militar.

Los antecedentes de la revolución comenzaron a gestarse muchos años atrás y fueron de orden económico, social, cultural y político.

Desde 1876 y durante 34 años, el país estuvo bajo el mandato dictatorial de Porfirio Díaz. Durante este período México en general vivió tiempos de bonanza, con un sostenido crecimiento económico y notoria estabilidad política.

No obstante, en ciertos sectores de la sociedad se sufrían carencias económicas las cuales comenzaron a generar crecientes disconformidades con el gobierno de Porfirio.

Como parte de los principales antecedentes económicos y sociales de la revolución mexicana se destaca la gestión de las tierras y propiedades que realiza el presidente Díaz.

Entre los años 1889 y 1890 el gobierno ordenó que las tierras que hasta entonces eran comunales pasaran a ser parcelables. A su vez quienes fueron los primeros propietarios de esas parcelas, por no estar acostumbrados a la administración de una propiedad privada, fueron estafados. Luego continúa otra serie de leyes tendientes al deslinde de propiedades y gradualmente fue generándose una situación de caos.

Como consecuencia del desorden e inequidad generado, comienzan las primeras acciones de rebeldía en contra del gobierno del presidente Díaz.

Otro elemento, considerado como desencadenante de la revolución fue la intensa crisis que sufrieron Europa y Estados Unidos hacia 1907. Estos lugares eran los principales destinatarios de la producción industrial de México en ese momento. Al caer abruptamente las exportaciones rápidamente se generó una crisis económica en el país.

Paralelamente, en los años 1908 y 1909 México sufre una de sus mayores sequías. La actividad agrícola entra también en recesión. La compleja situación afectaba así a todos los sectores de la actividad económica del país y la imagen presidencial comenzó a desacreditarse abruptamente.

Un factor social que es considerado clave en esta etapa, es la forma en que se legislaba. Las leyes no solían aplicarse y la clase trabajadora sufría una fuerte desvalorización. Los obreros eran considerados, en general, como esclavos llegando casi a una situación de feudalismo.

Dado que la represión cobraba fuerza ante los ojos de intelectuales, surgieron distintos movimientos obreros con el fin de defender sus derechos.

Culturalmente, el cuestionamiento de la corriente positivista imperante a principios del siglo también fue un componente importante. La clase mestiza comenzó a reclamar una mayor participación a la hora de tomar decisiones. Simultáneamente, el concepto de superioridad o sobrevaloración de los científicos decae. Estos, muy influyentes en el gobierno, ya no son vistos como los únicos capaces de gobernar.

Los antecedentes políticos fueron los que finalmente terminaron de desatar la revolución.

El sistema político del presidente Porfirio Díaz entró en una crisis del tipo “generacional”. Los hombres de política que hasta el momento definían el destino del país eran mayores y permitían que las nuevas generaciones tuvieran acceso a estos cargos.

Por otra parte, la estrategia del poder de Díaz estaba basada en un equilibrio de poderes que mantenía su grupo en conjunto con los seguidores de Bernardo Reyes, los llamados “reyistas”. Dado que el presidente Díaz era muy mayor fue cobrando fuerza la inquietud de quien sería su sucesor. De esta manera, el grupo de científicos quiso reducir la presencia política de los reyistas y así estos pasaron a formar parte de la oposición.

En 1908, cuando se difunden las declaraciones que Díaz realizó en una entrevista para la “Pearson´s Magazine”, es que comienza el fin de la paz.

En dicha entrevista, Díaz, aseguró que no deseaba la reelección. Estas declaraciones dispararon el fuerte interés de Francisco Madero por consolidar un partido político que fuera el contrincante y eventualmente el vencedor frente a los partidarios del gobierno de ese momento.

Cuando Díaz lanza una nueva candidatura, Madero fue acusado por sedición y enviado a la cárcel. En Torreón, como en muchas otras regiones del país, los simpatizantes de Madero fueron perseguidos de forma violenta. Algunas de ellos ya se encontraban en prisión antes de comenzar la revolución, entre los que se destaca Manuel Oviedo, quien fue uno de los principales conspiradores en Torreón.

Esto provocó varias batallas para defender a los maderistas. En 1911 se ataca la ciudad de San Pedro y Torreón se transforma en una importante base militar. El 15 de mayo de ese año los maderistas toman la ciudad asesinando muchos pobladores de origen chino que se habían radicado en la región.

En 1913 las fuerzas de Francisco Villa invaden Torreón y provocan diversos incendios de los cuales aún se pueden observar rastros, en las compuertas de los tajos de Torreón, en la Casa Colorada y el Casino de la Laguna.

A pesar de la revolución que convulsiona al país entero, Díaz gana las elecciones de este período. Por su lado, Madero logra escapar de la cárcel y huye a Estados Unidos. Desde allí planifica el ataque, el cual se concretó en un conflicto armado en diferentes áreas de México. Finalmente Díaz renuncia y se exilia en Francia.

En 1911, se celebran elecciones en el país y Madero pasó a ser el nuevo Presidente de México. Desde el inicio de su mandato, Madero mantiene grandes diferencias con los grupos revolucionarios. Rápidamente se desata una rebelión contra el gobierno.

En 1913, ocurre un golpe de estado en el que Madero, el vicepresidente Suárez y el hermano del presidente son asesinados. El militar Huerta asume la presidencia e inmediatamente recibe la reacción negativa de distintos jefes revolucionarios. Al año siguiente, Huerta renuncia y sale del país.

A partir de estos hechos, se profundizan las diferencias entre quienes habían luchado contra Huertas. Continúa así en el país la revolución. En ese entonces el líder de la misma, Carranza, llama a todas las fuerzas del país a definir un líder único. De esa convocatoria surge la designación de Eulalio Gutiérrez como presidente.

Prontamente se reinicia un clima hostil, cuando Carranza no reconoce al presidente Gutiérrez y termina por convertirse él en el nuevo presidente del país en 1917.

Si bien no existe un consenso acerca de cuándo concluyó el proceso revolucionario, muchos coinciden que es en esta etapa en la que comienza a cerrarse el ciclo de la revolución y se proclama la Constitución mexicana.

Atracciones

Atracciones en Torreón

Los atractivos de la ciudad de Torreón son variados y hay para todos los gustos. También se ajustan a los distintos presupuestos, pues es posible encontrar desde muy interesantes edificios históricos con entrada libre hasta finos restaurantes de altos precios.

Los amantes de la naturaleza y quienes buscan recreaciones para toda la familia pueden disfrutar por ejemplo de numerosos parques y actividades eco-turísticas. La vida nocturna en Torreón también es muy atractiva, con diversidad de pubs y discotecas.

Paseos culturales: museos y edificios históricos

Si bien la ciudad de Torreón es relativamente joven, posee una destacada belleza arquitectónica. La influencia de quienes fueron sus fundadores está plasmada en la pintura y escultura del lugar. También el paso de los años y las épocas de crisis dejaron vestigios que se pueden apreciar.

La gran mayoría de los museos y edificios históricos se encuentran concentrados en el centro de Torreón y por lo tanto es muy fácil encontrarlos.

  • Cristo de las Noas

    Esta gigante escultura es un paseo casi obligado. Se trata de una obra realmente impresionante, tanto por su tamaño como por la sensación que produce cuando se está a sus pies. En el ranking de altura de los monumentos latinoamericanos, se encuentra en segundo lugar.

    La imagen muestra a Cristo con sus brazos extendidos, algunos la comparan con la imagen del Cristo Redentor en Brasil. Se dice que la forma de esta obra simboliza la hospitalidad y gran afecto que los lugareños reciben a sus visitantes. De esta forma Torreón recibe con sus brazos abiertos y da la bienvenida. También tiene una fuerte connotación religiosa, ya que para los cristianos esta figura representa protección para la ciudad.

    La estatua de Cristo de las Noas es una obra del escultor Vladimir Alvarado y fue construido en el año 1973. Está ubicada en el Cerro que lleva su mismo nombre a 220 metros de altura con respecto al nivel de la ciudad. Tiene 22 metros de alto y un peso estimado en las 580 toneladas. El material elegido para su construcción fue el hormigón armado.

    Al llegar Cerro de las Noas los turistas se encuentran con un auténtico santuario integrado por 22 capillas. En cada una de ellas se encuentran distintas imágenes de los santos más venerados por los mexicanos y peculiares esculturas. Entre ellas destacan las dedicadas a San Judas Tadeo y la que hace honor al Papa Juan Pablo Segundo.

  • Monumento a la Revolución

    La revolución mexicana sin duda ha sido uno de los hechos históricos más trascendentales del país. A su vez Torreón desempeño un papel importante en ella. En esta ciudad se encuentra uno de los monumentos más importantes del país de los que hacen referencia a la revolución.

    El Monumento a la Revolución es una creación de Carlos Obregón Santacilia y constituye una de las obras arquitectónicas más visitadas de la ciudad. Se dice que su estructura fue inspirada en el “Salón de los Pasos Perdidos” del Palacio de Leyes de Emile Bénard.

    La construcción de este monumento fue concluida en 1938 y forma parte de un “complejo” integrado además por el Museo Nacional de la Revolución y la Plaza de la República. Está ubicado muy próximo al centro histórico de la ciudad, precisamente en la Colonia Tabacalera.

    La arquitectura corresponde al estilo típicamente prehispánico pero con algunos rastros del Art Deco. En 2010 fue remodelado con motivo del Centenario de la Revolución y como parte de esta remodelación se rehabilitó una antigua fuente. También se incluyó un ascensor transparente en el centro de la obra, el cual lleva a un mirador que fue reabierto para el público.

    En 1936, el gobierno emitió un decreto a través del cual el monumento cumpliría la función de mausoleo. Para ello se instalaron criptas en algunas de las columnas principales. En ellas descansan los restos de los primeros caídos en la revolución así como el de las figuras claves de dicho proceso.

    En este recinto funerario actualmente se hallan los restos de Venustiano Carranza, Francisco Madero, Plutarco Elías Calles y los de Francisco Villa, entre otros.

  • Museo Nacional de la Revolución

    En el sótano del Monumento a la Revolución se encuentra el Museo Nacional de la Revolución. Este destacado museo, uno de los más importantes de todo el país, fue inaugurado en 1986 con el objetivo de ilustrar la historia de México.

    Después de su remodelación, este museo incluye tres áreas:

    • El “Museo del Sitio”. En este museo se pueden apreciar las primeras etapas del proyecto de construcción de lo que inicialmente sería el Palacio Legislativo y que terminó por convertirse en el Monumento de la Revolución.
    • Una sala de exposición permanente. En ella se refleja el período de la historia mexicana comprendido entre 1857 y 1920 y está compuesta por más de 400 piezas. Entre los objetos que se pueden observar hay banderas, documentos oficiales, e indumentaria perteneciente a revolucionaros. Visitar esta sala es en verdad hacer un viaje en el tiempo.
    • Una sala de exposición temporal. Este espacio está destinado a distintos eventos, como exhibiciones de obras de arte, presentaciones literarias, etc.
  • Plaza de la República

    Es un lugar emblemático de la ciudad. Un amplio espacio abierto en el que se realizan diversas actividades, fundamentalmente de tipo cultural. Es muy popular gracias a la realización de uno de los festivales de música electrónica más importante en el continente.

    Es de muy fácil acceso, ya sea por metro o transporte público. Está ubicada entre las calles más conocidas de la ciudad, en la zona céntrica. En esta plaza se encuentra un elevador que permite llegar a la cúpula del Monumento de la Revolución.

    En 2010 la Plaza de la República fue reinaugurada con motivo de la celebración del centenario de la revolución y el lugar es actualmente muy agradable a la vista. Un verdadero espacio urbano en el que se concentran muchas actividades de esparcimiento, artísticas y culturales, entre tantas otras. Tiene una zona destinada exclusivamente para que los peatones puedan caminar y disfrutar de una zona con abundante vegetación y cálida iluminación.

    Algo que suele atraer mucho a los visitantes son las fuentes iluminadas ubicadas en la explanada de la plaza. Ofrecen un espectáculo de luces muy novedoso en el que además se implementan algunas actividades recreativas acuáticas para niños.

  • Museo del Ferrocarril

    Se trata de uno de los museos más importantes y visitados en la ciudad de Torreón. El ferrocarril fue determinante en el desarrollo de la ciudad en los comienzos del siglo XX.

    La construcción de este museo data de 1997 y para ello se utilizaron las instalaciones de los antiguos talleres de herrería y carpintería de los “Ferrocarriles Nacionales de México”. Al parecer, cuando se comenzó su construcción se hallaron una serie de archivos con documentos inéditos. Esta documentación, así como herramientas de la época son exhibidas en el museo, entre otras piezas de colección.

    Un aspecto novedoso en este museo es la presencia de un vagón interactivo. En su interior se halla una amplia ludoteca donde los niños pueden jugar juegos con temáticas vinculadas al ferrocarril. Integrando esta área interactiva, se incluye un carro-escuela, el cual posee una sala audiovisual en la que se muestran películas contando la historia del ferrocarril.

    Uno de los elementos que suele llamar la atención de todos los visitantes es una máquina de 1140, llamada “Lo que el viento se llevó”. Esta locomotora tiene un diámetro de 1.20 metros y pesa alrededor de 145 toneladas. Se encuentra asentada en un pedestal de casi 2 metros de altura y fue colocada frente a la Estación actual de Ferrocarril en el año 1971.

  • Museo Arocena

    Otro visitado y popular museo, es el llamado museo Arocena. Es un moderno y muy amplio espacio con gran cantidad de salas de arte contemporáneo.

    Este museo debe su nombre a la Fundación Arocena la cual tuvo la iniciativa de su construcción. Esta se inspiró en una colección de arte virreinal, mexicano y europeo que tenía más de 300 obras adquiridas por una familia de apellido Arocena.

    El museo tiene una superficie de casi 5000 metros cuadrados y se construyó sobre la base de un antiguo edificio conocido como el “Casino de La Laguna” el cual fue construido en 1910. Años más tarde, el edificio fue restaurado con una importante inversión en tecnología de avanzada.

    Además de pinturas, los visitantes podrán apreciar importantes esculturas hispano-orientales, así como mobiliario muy antiguo. También es posible acceder a una biblioteca especializada en historia y arte. La misma cuenta con tecnología multimedia que permite llegar con facilidad a los visitantes más jóvenes.

Espacios abiertos y parques

Torreón cuenta con una amplia gama de espacios verdes y naturales en los que se desarrollan múltiples actividades recreativas.

Algunos ejemplos destacados son los siguientes:

  • Canal de la Perla

    Este espacio está formado por una sucesión de túneles subterráneos ubicados en el centro de la ciudad. Fueron construidos como parte de un sistema de riego para la ciudad hacia fines del siglo XIX. Su apertura al público es reciente y aquí el visitante puede disfrutar de amplias galerías en las que se exponen obras de artistas conocidos. La oscuridad natural del lugar así como su profundidad crean un clima diferente.

    A estos túneles se puede acceder desde diferentes lugares del centro de Torreón. Generalmente se observa una gran concurrencia de público, pues se trata de un paseo “especial”.

  • Dunas de Bilbao

    Un lugar muy visitado en Torreón son las Dunas de Bilbao. Se trata de grandes superficies de arenas finas en las que se practican distintas actividades recreativas. En este espacio natural se exhiben especies exóticas de fauna y flora. Cuando se ingresa a las dunas es como estar en un verdadero desierto. Están ubicadas a unos 45 minutos de la ciudad y en general los visitantes más aventureros aprovechan la oportunidad para practicar deportes tales como pasear en cuatrimotos, hacer sandboarding, entre muchos otros.

    En las dunas habitualmente la temperatura es muy alta así como la radiación solar. Por ello es recomendable aplicarse pantalla solar, llevar ropa cómoda, sombrero y gafas para sol.

  • Parque Fundadores

    Con el nombre de Parque Fundadores se conoce a uno de los más tradicionales espacios abiertos de la ciudad de Torreón. Es una de las áreas verdes más amplias de la ciudad y ofrece un ambiente muy distendido y relajado. Este parque también posee la infraestructura necesaria para practicar variedad de deportes: tiene pista profesional para correr, cuenta con una cancha techada y dos canchas abiertas que son usadas con distintos fines.

    Durante los fines de semana el municipio de ciudad suele organizar en este parque algún tipo de actividad cultural o artística con entrada libre.

  • Bosque Venustiano Carranza

    Se trata de un espacio verde con características similares al Parque Fundadores. Es sin duda uno de los principales pulmones de la ciudad por sus amplias zonas de vegetación abundante. Además de poder disfrutar de un ambiente muy natural, en el interior de este bosque se encuentra un museo muy importante: el Museo Regional de La Laguna.

    El mismo ofrece un espacio funcional y moderno en el que se hallan varias salas de exposiciones. Además tiene una gran biblioteca, una librería que vende al público y un espacio pequeño para comer. Suele generarse un clima muy familiar, dado que son frecuentes las visitas guiadas y otras actividades interactivas. Entre ellas, juegos basados en temáticas artísticas que se convierten en buenas ocasiones para aprender.

  • Plaza de Armas

    Sin dudas es una de las plazas más importantes de la ciudad. Ubicada en el corazón de Torreón, es una de las plazas más antiguas y en sus espacios se percibe un ambiente provincial. Es común ver tocar en ella a la banda municipal mientras muchos lugareños y visitantes, sentados en sus clásicas bancas españolas, disfrutan de la melodía.

La vida nocturna en Torreón

La ciudad ofrece una amplia gama de opciones para disfrutar de la vida nocturna. Hay diversidad de bares, discotecas, cafés, todos ellos cubriendo un amplio espectro de gustos y estilos.

Algunos de los lugares más destacados son los siguientes:

  • Kpital

    Es una de las discotecas más selectas de la ciudad a la que cada fin de semana concurren los jóvenes de las clases sociales más altas. También destaca una importante presencia de jóvenes universitarios de la región. Dispone de varias barras en las que se sirven todo tipo de tragos. Estilos diversos de música conviven en este lugar, el cual permanece abierto hasta altas horas de la madrugada.

  • D-Var

    Es otra de las discotecas más reconocidas en Torreón. Si bien tiene muchos años en el lugar, su estilo es cambiante y se ha adaptado a las modas de las diferentes épocas. Tiene un sistema de iluminación que suele impactar a quien visita el lugar por primera vez.

    Cada fin de semana propone una temática distinta en la que los jóvenes disfrutan de los distintos estilos musicales. También suelen tocar conocidos grupos en vivo y se organizan fiestas o eventos particulares. La entrada es de costo accesible.

  • Cantares

    Este es un tipo de bar que apunta a un público mayor de 30 años. Con un ambiente ameno y de cierta intimidad, suelen tocar distintas bandas locales en vivo. Es un lugar ideal para disfrutar una buena charla y deliciosos tragos con amigos o en pareja.

  • Mambo Café

    En este lugar cada noche participa un DJ diferente que propone su música. Tiene un estilo del tipo caribeño y es un lugar ideal para ir a bailar merengue, salsa o cumbia. Difícilmente se escuchará música que no sea en español. En algunas ocasiones, el lugar es contratado por particulares para la realización de fiestas.

  • La Quinta Bar

    Esta puede ser una atracción muy interesante para quienes gustan de bailar bajo el cielo estrellado. El local posee un área que está al aire libre y su acústica es tan buena que aun estando afuera la música se escucha muy bien. El público es variado en cuanto a edades. Participan grupos de música en vivo y dispone de una destacada variedad de tragos.

  • Faces Bar

    En este bar se suele escuchar música de las décadas de los setenta u ochenta. Se encuentra en pleno centro de Torreón, por lo tanto, es un lugar muy fácil de encontrar. Faces Bar es popularmente conocido como un lugar de recuerdos, por el estilo de música que allí suena. Comúnmente se ven parejas de mediana edad, que disfrutan de los temas musicales que fueron grandes éxitos en décadas anteriores.

Paseos de Compras

En una ciudad tan joven como Torreón salir de compras suele ser gran atracción importante. Hay una gran diversidad de comercios, con propuestas de moda variadas y marcas reconocidas.

Por otra parte la ciudad también ofrece un paseo tradicional de compras. Allí pueden adquirirse elementos típicos de Torreón a precios accesibles.

  • Plaza Cuatro Caminos

    Con una amplia oferta de productos y servicios, la Plaza Cuatro Caminos es un excelente lugar para ir de compras con toda la familia. Algunas veces en esta plaza se organizan eventos musicales en los que conocidos grupos de música tocan en vivo.

    Cuenta con variedad de restaurantes, tiendas, sales de cine y dos niveles subterráneos de estacionamiento.

  • Galerías Laguna

    Es otro de los centros más importantes para ir de compras en Torreón. Incluye salas de cine, casas de apuestas con distintos tipos de juegos al azar y hasta tiendas de mascotas.

    Es muy popular entre los ciudadanos de Torreón, precisamente por la diversidad de productos que en estas galerías se pueden encontrar. También hay una amplia variedad de marcas y de precios. Los eventos y las promociones especiales que se presentan cada semana completan la oferta de este centro comercial.

  • Ciudad de París

    Una de las cadenas de tiendas más importantes del norte de México es Ciudad París. Ubicada en las proximidades del centro de Torreón ofrece una amplia variedad de servicios. Es un lugar al que conviene ir con tiempo pues la oferta es muy variada, hay entretenimiento para toda la familia.

    También es uno de los sitios más visitados por turistas por lo que es común ver allí a extranjeros disfrutando y conociendo comidas y artesanías típicas de la región.

Economía

Economía de Torreón

La actividad económica de Torreón se basa fundamentalmente en dos sectores claves: la industria y el turismo.

En cuanto a la industria, el rubro metalúrgico es a su vez el principal responsable del ingreso de divisas. Torreón es una ciudad rica en metales como la plata, el plomo y el zinc, de hecho encabeza la lista de las ciudades latinoamericanas en la producción de estos metales. Por tal motivo se han desarrollado en este lugar tecnologías de avanzada, como los procesos de electrodeposición para el caso del zinc. Torreón también es un reservorio importante de carbonato de calcio y piedra caliza.

Otro rubro que destaca es la lechería. El denominado Grupo Lala concentra un importante volumen de las actividades de este sector y exporta sus variados productos lácteos a distintos países del mundo.

Por otra parte el sector turístico también genera en Torreón un importante ingreso de dinero y muchos puestos de trabajo. El clima ayuda para que el turismo mantenga un ritmo constante durante todo el año, con visitantes de otras regiones de México y también turistas extranjeros.

Algunos economistas sostienen que la creciente inseguridad y violencia que afecta a la ciudad ha influido negativamente sobre el rubro de los servicios.

Las actividades ganaderas y agrícolas también han caído en decadencia en los últimos años. Se mantienen algunos productos como por ejemplo el algodón o los frijoles que siguen constituyendo un aporte importante a la economía de la ciudad.

Según datos divulgados en 2013, la población económicamente activa de Torreón representaba el 92.5 % de la población total. Es un dato con buen augurio si se considera que está previsto un crecimiento demográfico importante para esta ciudad en el período de 2011 – 2017 (sería un 10% aproximadamente).

Tiempo

Tiempo en Torreón

El clima en Torreón, así como en gran parte de la zona norte de México, es bastante cálido y árido, predominando las altas temperaturas con escasez de lluvias. El índice de humedad relativa se mantiene en valores bajos. Se puede decir que Torreón está situada en una zona semidesértica.

En muy escasas ocasiones ha nevado, pero se ha registrado nieve así como algunos fenómenos de precipitaciones de aguanieve. De manera extraña, apenas a unos 60 km de Torreón, existen otras ciudades en las que la nieve es frecuente durante los períodos de invierno.

En general los turistas se sienten atraídos por este clima pues el promedio de la temperatura durante todo el año está entre 20 y 22 ºC. Tampoco se registran vientos fuertes o temporales. Sin embargo son comunes las llamadas tolvaneras, especies de nubes de tierra seca que se forman rápidamente y acortan la visibilidad.

Se pueden llegar a registrar heladas en pleno período de invierno pero en la última década solo se han registrado heladas en periodos menores a diez días.

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